¿Por qué hablar del aborto? (Why talk about abortion?)

Introducción: ¿Proelección o Provida? Análisis de 15 argumentos proelección ¿Qué nos dicen los hechos y el sentido común?

El incesante debate entre la postura proelección y la provida es uno de los más controvertidos y desconcertantes de la historia estadounidense e incluso mundial. Muchos de nosotros hemos visto lo que sucede cuando aquellos con opiniones fuertes a favor o en contra del aborto intentan debatir sobre este tema. A veces los debates son racionales y productivos. Sin embargo, la mayoría de las veces pronto se tornan acalorados y acusatorios, generando mucha más tensión que claridad.

Este problema divide a las personas no solo en la calle y en el lugar de trabajo, sino también en los hogares y en las iglesias. Existen pocos temas tan personales como nuestras elecciones sobre el sexo, el embarazo, la crianza de los hijos y la salud. Por eso, si bien es difícil hablar del aborto, es importante brindar información precisa y generar un contexto en el que se pueda debatir sobre esa información.

¿Acaso la interacción entre los proelección y los provida está condenada a ser un diálogo entre sordos? ¿O es posible encontrar puntos de coincidencia? Creo que ambas posturas tienen, al menos, cuatro puntos en común.

1) Todos tenemos acceso a una gran cantidad de datos empíricos: evidencia científica y psicológica que no podemos ni debemos desestimar.

2) Compartimos la capacidad de ser lógicos y racionales (si dejamos de lado los prejuicios) al analizar la verdad científica.

3) Compartimos un sentido de moralidad y el valor de la justicia, la equidad y la compasión hacia los demás.

4) Compartimos el deseo común de defender la dignidad de las personas, especialmente de las mujeres y de otras personas que han sufrido opresión.

En nuestra cultura cada vez más polarizada, aprender a escuchar a aquellos con quienes discrepamos nos beneficiará a nosotros y a nuestra comunidad.

¿Acaso no somos todos proelección y provida?

Hay algo extraño en la terminología de este debate, ¿no les parece? Al fin y al cabo, ¿no somos todos proelección y no somos todos provida?

¡La respuesta a esta pregunta es sí!

Esta parece una respuesta simplista, y de ninguna manera intento resolver la discrepancia mediante la semántica. Sin embargo, ante las preguntas: «¿Están a favor o en contra de la esclavitud?» o «¿Están a favor o en contra del secuestro?», ¿no esperarían que la gente diera una respuesta clara? ¿No es cierto que la pregunta en sí misma revela la problemática en cuestión?

¿Qué significan las palabras provida y proelección? Las palabras en sí mismas son engañosas. Lo contrario  de provida es antivida y lo contrario de proelección es antielección. Sin embargo, ¿las personas proelección odian la vida? No. ¿Y las personas provida odian la elección? Claro que no.

Las personas proelección no creen que los padres tengan el derecho de elegir matar a sus hijos de seis años ni a sus

hijos adolescentes, ni que los esposos tengan el derecho de elegir matar a sus esposas, ni que cualquier persona tenga el derecho de elegir tratar a alguien injustamente en función de su color de piel. Los padres proelección aman a sus hijos, y es probable que salten a una piscina para salvar la vida del hijo de su vecino o de un extraño, tal como lo haría una persona provida. Si ustedes creen que ellos no son provida en la mayoría de los ámbitos, ¡descubrirían lo contrario si amenazaran la vida de aquellos a quienes aman!

Las personas provida, a diario, una y otra vez, a cada momento, practican su derecho a elegir. Eligen sin problema comida mexicana o china en lugar de comida tailandesa o italiana, y no condenan a nadie por tomar una decisión diferente. Eligen la escuela pública, la escuela privada o la educación en el hogar para sus hijos, y eligen dónde quieren vivir o qué ven en la televisión, al igual que lo hacen las personas proelección. De hecho, incluso cuando se oponen a la moralidad de ciertas elecciones, como ver programas de televisión sexualmente explícitos o tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, muy pocos de ellos intentan impedir tales conductas. Si ustedes no creen que ellos son proelección en la mayoría de los ámbitos, ¡solo intenten quitarles la libertad de elegir! Si todos creemos en la vida y todos creemos en la elección, tal vez podamos escuchar lo que el otro tiene para decir sobre este tema tan complejo llamado aborto.

El aborto en estados unidos

Hay pocos temas tan impactantes y trascendentales para nuestra vida personal y para nuestras comunidades como lo es el aborto. Después de todo, el aborto es la cirugía más frecuente entre las mujeres de los Estados Unidos. El Instituto Guttmacher, una agencia encuestadora originalmente afiliada a Planned Parenthood, informa que el 18 % de los embarazos de 2017 terminaron en aborto quirúrgico. Ese año hubo 862 320 abortos, un 7 % menos que los 926 190 abortos de 2014. Las últimas estadísticas disponibles muestran que, a nivel mundial, uno de cada cuatro embarazos termina en aborto.

Ya sea que lo sepan o no, casi todas las familias, grupos paritarios e iglesias han sido afectadas, en algún nivel, por el aborto.

Es mucho lo que está en juego en este debate. Si la postura proelección es correcta, la libertad de elegir abortar es un derecho civil básico, y nadie debería poder restringirlo. Si la postura provida es correcta, el aborto causa alrededor de 2400 víctimas de muerte infantil cada día en Estados Unidos (sin contar los abortos químicos). Son casi tantas víctimas como la cantidad total de vidas perdidas en la destrucción del World Trade Center del 11 de septiembre de 2001.

Las estadísticas reflejan la división que existe en Estados Unidos sobre este tema. Una encuesta de Gallup de 2019 indicó que el 49 % de los estadounidenses se identifica como provida, y el 46 % se considera proelección. También señaló que «la diferencia entre los estadounidenses que se identifican como provida y aquellos que se consideran proelección ha sido mínima especialmente en los últimos años. Desde 2007, los porcentajes de quienes se identifican como proelección y como provida han alcanzado un promedio del 47 % cada uno, y las cifras no han variado en más de cinco puntos en favor de uno u otro». Aun así, el 53 % de los adultos estadounidenses dicen que el aborto debería ser legal «solo bajo ciertas circunstancias», mientras que el 25 % dice que debería ser legal sin ningún tipo de restricción.

Un desafío para mis lectores proelección (y provida)

Si hay personas proelección leyendo este breve libro, me alegro. Confío en que lo hacen porque tienen una mente abierta. Si la postura provida demuestra ser tan insensata e irracional como creían, pueden rechazarla de plano con justa causa. Pero si resulta ser más sensata de lo que esperaban, entonces les animo a que reconsideren su postura.

¿Está sesgado este libro? Claro que sí. Cada argumentación, cada opinión, muestra un sesgo, así que, en lugar de fingir que somos completamente transparentes, seamos conscientes de esto. Tengo una opinión sesgada a favor de la igualdad racial y en contra del saqueo. Probablemente ustedes también, pero eso no significa que no tengamos buenas razones para tener opiniones sesgadas. La cuestión no es el sesgo, sino cuál sesgo se basa con mayor solidez en los hechos, cuál sesgo es el más razonable y defendible.

Honestamente, he tratado de ser justo. He tratado de no citar a personas fuera de contexto y de representar correctamente la postura proelección. Conozco a muchas personas que apoyan la libre elección reproductiva y me agradan. Las he escuchado, he leído sus libros y he visto sus videos. Creo que es justo decir que he estudiado los argumentos a favor de la libre elección mucho más que la mayoría de las personas proelección. No creo que las personas a favor del aborto estén conspirando para destruir la civilización. Creo que honestamente piensan que el aborto es una opción necesaria y que, en última instancia, es mejor tanto para las mujeres como para nuestra sociedad. Por lo tanto, no le pido a nadie que acepte la posición provida sin pensarlo. Por el contrario, les pido a todos los lectores que tengan en cuenta la evidencia y la evalúen objetivamente. Dejen de lado los estereotipos de la postura provida. Sean intelectualmente honestos y resistan la tentación de ser políticamente correctos aferrándose a la posición proelección, incluso si la evidencia los lleva a conclusiones incómodas.

Si tienen sentimientos encontrados sobre el aborto, como muchas personas, les pido que aprovechen estos capítulos como parte de su búsqueda de la verdad. Pueden enterarse de la postura proelección en cualquier lado; solo basta con mirar la televisión, leer las noticias o sentarse en la mayoría de las aulas. Pero a menos que lean o escuchen sobre otros puntos de vista de una manera más amplia que la mayoría de las personas, es posible que este libro sea su primera exposición a los argumentos lógicos reales de la posición provida (no solo a las típicas frases provida que pueden ser fácilmente refutadas). Esta podría ser su oportunidad de escuchar y analizar la posición provida real, no meras parodias de ella.

A los lectores provida también les pido que piensen en su postura. No es suficiente decir: «Sé que tengo razón, pero no estoy seguro de por qué». Debemos basar nuestras creencias en la evidencia. Si nos equivocamos en algo, debemos revisar nuestra postura. Si estamos en lo cierto, debemos aprender a informar a los demás con inteligencia y amabilidad.

Si desestimaron mi opinión de que las personas proelección son provida en la mayoría de los ámbitos, ¿qué evidencia tienen de lo contrario? ¿Se resisten a la idea de que haya considerables puntos en común que permitan un intercambio racional en lugar de gritarnos unos a otros o negarnos a dialogar? Si es así, ¿por qué?

Animo tanto a los provida como a los proelección a no demonizarse unos a otros. Ambos pueden contar innumerables historias sobre cómo los tratan de malvados e indiferentes, cuando en su propia opinión solo están defendiendo los derechos de los demás. Si tenemos alguna esperanza de entendernos e interactuar unos con otros, debemos lograr que nuestro diálogo vaya más allá de las calcomanías, los memes y los tweets.

Si el aborto no mata ni daña a las personas, la mentalidad provida es más que una molestia: es una seria amenaza a los derechos de las mujeres y a la libertad personal, y es responsable de imponer una culpa infundada a quienes se han sometido a abortos. También es un terrible desperdicio para los provida, cuyo tiempo, dinero y esfuerzo personal podrían invertirse de manera mucho más constructiva para ayudar a personas reales con necesidades reales.

Si el aborto verdaderamente mata a los niños y daña a las mujeres, la mentalidad proelección es responsable de la muerte de más de 800 000 de los niños estadounidenses más pequeños y vulnerables cada año; significaría que, desde Roe vs. Wade (1973), más de 60 millones de niños han perdido la vida a causa del aborto.5 En gran parte, también sería responsable de los sentimientos de culpa, depresión, desesperación e incluso de las tendencias suicidas que muchas mujeres han experimentado a pesar de estar seguras de que el aborto es lo mejor para ellas.

Claramente, este no es un caso en el que «no importa quién tenga razón y quién esté equivocado». Es cierto que, si nos aferramos firmemente a cualquiera de las dos posturas, no podremos evitar creer que la otra está causando un gran daño. Pero ¿podemos escuchar atentamente los argumentos de ambas partes? Presentaré fundamentos a favor de la postura provida. Es probable que hayan escuchado única o principalmente la postura proelección; pero si no lo han hecho, claramente deben informarse y analizar sus argumentos. Luego, contrasten ambas posturas.

He elaborado este libro en torno a lo que considero los quince argumentos principales de la postura proelección. Compartiré respuestas que, en mi opinión, están basadas en hechos y son racionales. Depende de ustedes decidir si están de acuerdo o no.

Photo by Liza Summer

 

Randy Alcorn (@randyalcorn) is the author of over sixty books and the founder and director of Eternal Perspective Ministries

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