No habrá muerte ni sufrimiento. No habrá funerarias, clínicas para abortos ni salas psiquiátricas. No habrá violaciones, niños perdidos ni centros de rehabilitación para drogadictos. No habrá intolerancia, ni atracos, ni asesinatos. No habrá preocupaciones, ni depresión, ni especulaciones económicas. No habrá guerras ni desempleo. No habrá angustia por fracasos o malentendidos. No habrá estafadores. No habrá cerraduras. No habrá muerte. No habrá duelo. No habrá dolor. No habrá aburrimiento.
No habrá artritis, ni discapacidad, ni cáncer, ni impuestos, ni facturas, ni se colgarán los computadores. No habrá mala hierba, ni bombas, ni alcoholismo, ni atracones de tráfico, ni accidentes, no habrá fosas sépticas de respaldo. No habrá enfermedades mentales. No habrá mensajes electrónicos no deseados. Habrá amistades cercanas pero no pandillas; risa pero no menosprecio. Intimidad, pero no tentación a la inmoralidad. No habrá planes ocultos, ni tratos por debajo de la mesa, ni traiciones.
Imagínese la hora de las comidas llena de historias, risas y gozo, sin temor, insensibilidad, comportamiento inadecuado, ira, chismorreo, lujuria, celos, sentimientos heridos, ni algo que opaque el gozo. Así será el Cielo.
No habrá iglesias ni templos en el nuevo universo; no porque estén mal, sino porque no serán necesarias. No necesitaremos que nos arrastren a la presencia de Dios. Viviremos allí, constantemente y conscientemente. Le agradeceremos profundamente a Dios y lo adoraremos y alabaremos todos juntos, ya sea que estemos trabajando en un jardín, cantando, montando bicicleta, o tomando café (no hay razón para pensar que no habrá árboles de café en la Nueva Tierra).
Jesús dijo “Dichosos ustedes que ahora pasan hambre, porque serán saciados. Dichosos ustedes que ahora lloran, porque luego habrán de reír. Dichosos ustedes cuando los odien, cuando los discriminen, los insulten y los desprestigien.... Alégrense en aquel día y salten de gozo, pues miren que les espera una gran recompensa en el cielo” (Lucas 6:21-23).
Nadie tendrá hambre y todos serán satisfechos. Nadie llorará, todos reirán. Esa es la promesa de Jesús. Cuente con ella.
Extracto de El Cielo: Respuestas biblicas a sus preguntas by Randy Alcorn.
What Won’t Be in Heaven?
(Excerpt from Heaven: Biblical Answers to Common Questions)
No death, no suffering. No funeral homes, abortion clinics, or psychiatric wards. No rape, missing children, or drug rehabilitation centers. No bigotry, no muggings or killings. No worry or depression or economic downturns. No wars, no unemployment. No anguish over failure and miscommunication. No con men. No locks. No death. No mourning. No pain. No boredom.
No arthritis, no handicaps, no cancer, no taxes, no bills, no computer crashes, no weeds, no bombs, no drunkenness, no traffic jams and accidents, no septic-tank backups. No mental illness. No unwanted e-mails.
Close friendships but no cliques, laughter but no put-downs. Intimacy, but no temptation to immorality. No hidden agendas, no backroom deals, no betrayals.
Imagine mealtimes full of stories, laughter, and joy, without fear of insensitivity, inappropriate behavior, anger, gossip, lust, jealousy, hurt feelings, or anything that eclipses joy. That will be Heaven.
There won’t be churches or temples in the new universe, not because they’re bad, but because they won’t be necessary. We won’t need to be drawn into God’s presence. We’ll live there, constantly and consciously. We’ll thank God profoundly, and worship and praise him together, whether we’re working in a garden, singing, riding bikes, or drinking coffee (no reason to think there won’t be coffee trees on the New Earth).
Jesus said, “Blessed are you who hunger now, for you will be satisfied. Blessed are you who weep now, for you will laugh. Blessed are you when men hate you, when they exclude you and insult you. . . . Rejoice in that day and leap for joy, because great is your reward in heaven” (Luke6:21-23).
No one will go hungry, and all will be satisfied. No one will weep, everyone will laugh. That is the promise of Jesus. Count on it.
Excerpt from Heaven: Biblical Answers to Common Questions by Randy Alcorn.
Photo: Unsplash
